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La importancia de un tratamiento reumatológico para mejorar su calidad de vida

Según el portal digital saludenfamilia, las enfermedades reumatológicas son todas aquellas que afectan al aparato locomotor como son: los huesos, las articulaciones y los músculos, que, en ningún caso, han sido provocadas por el efecto de un traumatismo cualquiera. Este tratamiento terapéutico trata en su conjunto todas las dolencias comprendidas en el sistema óseo, muscular y cartilaginoso, dicho de modo más técnico y medicinal.

 

Así mismo, podemos distinguir las dos enfermedades más frecuentes en este ámbito médico, como son la artritis y la artrosis.

 

Artritis reumatoide.

Es una enfermedad de inflamación crónica de naturaleza autoinmune, caracterizada por la afectación simétrica de muchas articulaciones y manifestaciones extra-articulares. Su aparición se manifiesta comúnmente con dolores intermitentes, continuos, hinchazón, enrojecimiento, rigidez o problemas de movimiento en las articulaciones.

Se caracteriza por la aparición de síntomas como: la pérdida de apetito y de peso, cansancio, malestar, dolor corporal y fiebre. Del mismo modo, cuando las manifestaciones son fuera de las articulaciones, el efecto se instaura en los pulmones, los ojos, el corazón, la sangre o en la piel, notando un gran envejecimiento y desgaste en la dermis. Como indican algunos estudios e investigaciones es frecuente que la artritis aparezca más en mujeres que en hombres y en edades adultas, aunque esto no está estipulado como tal, puesto que pueden iniciarse en cualquier etapa.

Artrosis.

La artrosis es también una enfermedad crónica que incide en las articulaciones y se manifiesta normalmente en las caderas, las rodillas, las manos o la columna vertebral. Su aparición provoca el deterioro del cartílago en la articulación y esto hace que el hueso se vaya desgastando, surgiendo así dolores fuertes en la zona afectada.

Es importante conocernos a nosotros mismos y cuidarnos

Esta enfermedad muscular es la más frecuente en nuestro país, según indican los datos y estadísticas de la Sociedad Española de Reumatología. Por último, aunque las causas no estén estipuladas exactamente pueden aparecer por: enfermedades hereditarias y genéticas, las actividades de trabajo diario, traumatismos, obesidad y en la etapa de la menopausia de las mujeres. Los procesos reumáticos inflamatorios y degenerativos son los más comunes a tratar en este tipo de terapias, en donde los efectos antinflamatorios de las aguas son muy positivos, además de la artritis y la artrosis, en la ciática y la gota.